Carta de un emigrante Venezolano:
Sin duda alguna debo decirles que esto es otro mundo donde
todo es mucho mejor, funciona de maravilla desde lo servicios públicos hasta lo
más mínimo como los dispensadores de sodas, es increíble los paisajes, las
edificaciones y lo organizado de toda la ciudad rotundamente diferente a
cualquier ciudad de nuestro País, aun me
pregunto el porqué de ello aunque todos sabemos la razón.
Desde que estoy aquí pude conseguir un empleo muy diferente
a lo que tenía allá, no es estable pero cobro en dólares que es por lo que
vine, me alcanza para lo necesario o más bien para lo justo, comida, residencia
y algún que otro “lujo” como poder ir y comprar un suéter en invierno, sin
embargo espero que más adelante pueda
establecerme ya son dos años que llevo aquí haciendo de todo, mesonero,
jardinero, pintor de brocha gorda y hasta de valet parking, extraño mi empleo
de analista financiero en la empresa donde laboraba allá en caracas, mi
vehículo que no era del año pero me llevaba y traía a donde quería, mi
apartamento sin muchos lujos pero acogedor para descansar, donde a pesar de mi puesto era muy mal pagado, donde aunque
el país no era una maravilla ni nada funcionaba, donde comprar alimentos era
una odisea pero no nos faltaba nunca, podía compartir con mis amigos y quizás
siendo masoquistas bromeando con las anécdotas diarias gozábamos un puyero,
todo eso me falta aquí, y entiendo que vendrán tiempos mejores, que muchos
otros lo han conseguido y hoy gozan de todas la bondades de este imperialismo o
del país donde hoy se encuentren, es difícil decirlo desde esta habitación
donde lo único más valiosos que me queda desde que me vine son esta laptop
desde donde escribo, unos jeans que compre hace mucho ya en el CCTT, una
guitarra vieja que me regalaron cuando cumplí dieciocho (18), y la foto de mi
familia en la pared al lado de un sartén por la cuestión del espacio…
Mi gran pregunta hoy es el día en que tenga el empleo
deseado, el automóvil que quiero, pueda vivir en un sitio adecuado a mi
estatura (jajajaja)… de que habrá servido haberme perdido las sonrisas de mis
amigos y familiares, los nacimientos de mis sobrinos, los días de playa y
parrilla y así tantas cosas que he dejado para a estar aquí… ¿Por qué de que
vale emigrar si uno no puede traerse todo lo que de verdad en la vida importa?
Qué bueno es escribirle y decirles que todo aquí está de
maravilla y que las quejas no son nada comparada con la realidad que ustedes me
cuenta por whatsapp, emails y llamadas… las noticias alarman y Venezuela parece
un estado en guerra… pero muchachos piénselo bien antes de venirse o vénganse
como los hijitos de papi y mami con mucho dinero en el bolso o con algo
amarrado porque no está fácil la cosa aquí….
Saludos… cuídense y
no se olviden de que aquí hay un futuro mejor….
JUAN PABLO JIMENEZ
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